Hay muchas definiciones acerca del destino pero lo que yo pienso que el destino es algo que en efecto ya tenemos determinado. Estamos aquí para ser o hacer algo en específico no sólo vivimos por vivir, eso me consta, sin embargo lo que nosotros hacemos es encontrar ese destino, es lo que nos falta para poder seguir con la vida, encontrar para que estamos aquí y creo que es una de las cosas más difíciles de descifrar aunque si uno sabe lo que quiere y le gusta y tiene éxito creo que lo ha encontrado. Suelen decirnos que somos dueños de nuestro propio destino aunque ahora ya no lo creo mucho porque muchas veces hacemos todo por obtener algo y sin embargo por más esfuerzo que hayamos puesto no lo conseguimos y no es por ser malos sino que nuestro destino no es ese, no estamos hechos para esa meta en específica.
Creo que podemos ayudar con nuestras acciones a llegar a nuestro destino, por ejemplo si no estudiamos es claro que nuestro destino será no poder tener un empleo digno. En ese caso creo que sí somos dueños de nuestro destino, sin embargo pienso que en la vida podremos modificar nuestro destino en ciertos aspectos pero nunca nos alejaremos del verdadero destino que ya está hecho para nosotros. Es como una combinación, el destino ya está hecho lo que tenemos que hacer es encontrarlo y podremos agregar o disminuir cosas llegando al final al mismo punto.
Este tema es muy complejo y claro cada quien cree lo que tenga como concepto del destino sólo que pónganse a pensar alguna vez que hayan deseado algo y no lo hayan conseguido y no podían hacer nada para cambiarlo, está claro que es el destino quien nos guía. Yo cada vez que no consigo algo pienso que ese no era mi destino y acepto lo que me toca. Es básico aceptar nuestro destino ya que muchas veces no podremos hacer nada, lo único que podemos hacer es hacer de ese destino uno bueno, hacer de lo que nos toca vivir lo mejor, sacar de lo que vivimos lo mejor, quizá estés pasando por un muy mal momento sin embargo es tu destino y si pudieras cambiarlo créeme que ya lo hubieras hecho aunque como no se puede en vez de lamentarse por aquello que nos ha tocado hay que aceptarlo y entender porque nos está pasando, lo más seguro es para que aprendamos la lección de algo, además esto podría servirnos para un futuro, la verdad es que no sabemos.
Otra cosa es que nunca podremos saber bien cuál es nuestro destino al final de nuestra vida aunque es mejor así, sería como abrir un libro y cuando vayamos a principios o mediados saltarnos hasta el final y leerlo, nos estaríamos saltando una gran parte. Creo que a cada momento tenemos pequeños destinos que podremos ir descubriendo pero también tenemos el destino de toda la vida y el final de ésta, hay que preocuparnos por los pequeños destinos, nunca por los dos más decisivos. Así que no estén pensando a cada momento que pasará al final de su vida, sino vívanla poco a poco y de cada cosa que nos pase buena o mala no quejarnos y salir adelante aprendiendo de ellas, hay que ver todo como una lucha en la que estás en el ring, habrá rounds en los que te irá mejor que en otros sin embargo si eres un buen luchador seguirás y te levantarás cada vez que te tiren.
Aceptemos el destino que nos toca, que a veces puede ser injusto sí la verdad es que no siempre se puede tener lo que uno quiere, o tal vez sintamos que no nos lo merecemos aunque sinceramente por algo nos está pasando específicamente a nosotros y no a alguien más. Recuerda que en otros momentos también estaremos muy agradecidos con el destino que nos toca, sin embargo tampoco hay que confiarse mucho de él porque puede cambiar, hay que estar en una posición rígida para que un mal momento no nos tire.
El destino se puede interpretar de miles de maneras, sólo que tú decides cómo lo ves y cómo quieres vivirlo.
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