Fallaré

Podré fallar mil veces pero me levantaré mil veces más

Podré tener miedo pero no el suficiente para no intentarlo

Podrá doler hasta lo más profundo pero cada gota valdrá la pena

Podré pensar en rendirme pero jamás lo haré

Podré pensar que la vida no tiene sentido pero volveré a encontrar la belleza de la vida en los detalles

No seré perfecta en todas las áreas pero perseguiré la excelencia en cada una

Cometeré muchos errores pero aprenderé de cada uno de ellos

Podré detenerme un segundo pero no para siempre                     

Podré perder mil batallas pero siempre regresaré al campo de batalla

Podré perder las ganas pero nunca la fe y la esperanza

Podré pensar que todo está perdido pero es ahí cuando la luz aparece

Así demostraré con cada acción que la vida es sólo una y yo puedo hacerla maravillosa

Una palabra

Es impresionante el poder que tienen las palabras. En especial cómo una sola palabra puede cambiarlo todo. Ayer me di cuenta que una palabra de aliento o una palabra positiva puede cambiarnos un mal día para hacernos sonreír. ¿Es mágico, no es así? Ahora, si una palabra puede cambiarlo todo por qué no podemos llenar nuestros días con palabras positivas, palabras que hagan sentir bien a los demás y a uno mismo, ¿qué tan complicado puede ser decir una palabra? Es algo muy sencillo que no toma ni mucho tiempo no esfuerzo tan solo requiere las ganas de decirlo. Te reto a que descubras de cuántas palabras positivas puedes llenar aunque sea un día y posteriormente tu vida. Recuerda todo inicia con el poder de una sola palabra. 

Una sonrisa por palabra. 

Nuestro propósito

Yo creo que todos tenemos un objetivo, simplemente un propósito de estar aquí en el ahora. Todos tenemos una razón por la cuál estamos viviendo, una razón que logra hacer latir a nuestro corazón una y otra vez. Algo que nos mantiene con vida, ese sentimiento tan extraño que nos acosa diciendo nuestra razón de ser, un sentimiento lleno de pasión, llamando a gritos nuestra mente, haciéndonos sentir importantes. Creo que no hay mejor sentimiento que ese, lo malo es que esa sensación nos invade muy pocas veces, suele llegar en aquellos momentos llenos de inspiración en medio de una noche de luna llena, en esos momentos que pasan frente a nuestros sueños y se olvida al día siguiente. Pobre aquel corazón cuyo sueño no fue cumplido. Todos tenemos un propósito, ya lo he dicho, el problema es encontrarlo y aferrarnos a él como nunca lo habíamos hecho. 

La mayoría de las veces dejamos que las circunstancias nos hagan olvidar para qué venimos al mundo pues solemos vivir únicamente para el presente. Vamos de un lado a otro porque la sociedad así nos lo ha exigido, pero olvidamos nuestros sueños en la puerta dejando atrás lo que somos para convertirnos en lo que no somos. ¿Dónde queda todo aquello que solíamos ser? ¿A dónde van nuestro sueños? Nadie dijo que sería fácil entenderlo, nadie dijo que todos podríamos hacerlo. Por eso della Mirándola lo menciona en su "Discurso sobre la dignidad del hombre" diciendo: aquel ser que se atreva a ver más allá del cuerpo, adentrado por completo en la mente, será un espíritu revestido en carne humana.

Encontrar nuestro propósito y seguirlo hasta cumplirlo es de valientes. Valiente es aquel que se atreva a leerme y logre cambiar su mente al momento de comprender la importancia de un propósito. Ya lo dije no es fácil ni lo será, sin embargo, ten por seguro que valdrá la pena. Ahora es tu turno, cierra tus ojos, pon la mano en tu corazón y piensa: ¿por qué mi corazón sigue latiendo? ¿Cuál es la razón por la que yo sigo con vida y no otro más? ¿Qué es lo que debo hacer para poder llegar a mi propósito? ¿Qué es lo que más me apasiona? ¿Cuál es mi más grande sueño? ¿Qué puedo hacer con mi sueño que ayude a los demás? ¿Aportará algo? Si lo hace, ¿qué aportará? Tarda el tiempo que necesites, tal vez no encuentres la respuesta a todo en este momento, ese es el punto. Las respuestas no van a estar siempre explícitas, se encuentran entre las rocas, ¿qué tan sabio y valiente eres para encontrarlas?