Siempre estamos atentos de lo que les pasa a las demás personas, de lo que ganan o pierden, de lo que hacen mejor que nosotros, siempre nos preocupamos por el otro y nosotros ¿dónde quedamos? Tendemos la mayoría de las veces a poner a las demás personas antes que nosotros cuando realmente nos deberíamos poner a nosotros en primer plano, cómo lo más importante, claro sin evitar llegar a los extremos y ser egocéntricos. El punto de esto, es que de vez en cuando nos demos un día para nosotros mismos, para poder descansar y estar agradecidos por todo lo que hacemos. Tenemos que celebrarnos a nosotros mimos por lo que hemos hecho y que aunque las demás personas no lo vean nosotros sabemos todo lo bueno que hemos hecho.
Celébrate, date las gracias a ti mismo por todo que has hecho y todo lo que te has tenido que soportar, es momento de escribirte una carta a ti mismo donde reconozcas todo lo bueno que has realizado, una carta donde tú seas el héroe. Es momento de consentirte y pasar un tiempo de calidad tú solo para poder pensar, reflexionar y planear. No esperes a que las demás personas se den cuenta de las buenas cosas que haces o que te halaguen por hacerlo, festéjate tú, sé feliz contigo sin necesitar de nadie más, mantén una paz interior y siempre mantente orgulloso por lo que has logrado.
Hoy es tu día, tú decides si eres grande o te quedas pequeño, hoy es tu momento y te puedes festejar o lastimar, hoy es el momento de actuar y celebrarse a uno mismo.
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